lunes, 21 de noviembre de 2011

PRONUNCIAMIENTO DE LA UNIDAD DE IZQUIERDA

---------- Mensaje reenviado ----------
De: Jose Salazar <jsalazarcps@gmail.com>
Fecha: 19 de noviembre de 2011 11:23
Asunto: PRONUNCIAMIENTO DE LA UNIDAD DE IZQUIERDA


-UI- Unidad de Izquierda
 
LA SITUACION ACTUAL Y LAS TAREAS
DE LA UNIDAD DE IZQUIERDA

 

Las tensiones sociales y políticas en el país, en un contexto internacional de nueva oleada de la crisis económica iniciada en el año 2008, plantea a la Unidad de Izquierda, nuevas y mayores responsabilidades ante el país en general y ante la militancia de la izquierda en particular.

NATURALEZA DE  LOS CAMBIOS IMPULSADOS POR EL GOBIERNO Y LA LUCHA EN LAS ALTURAS

Las victorias electorales del 10 de abril y el 5 de junio fueron históricas. La alianza de las fuerzas populares, patrióticas y democráticas lideradas por el candidato Ollanta Humala que prometía la "gran transformación social" y la "honestidad para hacer la diferencia", logró derrotar a los representantes del fujimorismo, de la derecha tradicional y la poderosa maquinaria de propaganda de los grandes grupos de poder económico imperante. 

La lucha exigió un esfuerzo colectivo de diversas tendencias progresistas, una lucha de las masas populares, impulsada hasta el final de la campaña electoral. Las debilidades de las fuerzas populares y de la Izquierda, que aún no se recuperan de su descalabro político de los años 90, las limitaciones estructurales del Partido Nacionalista, así como la coalición concertada de casi toda la derecha, no permitieron la victoria completa en la primera vuelta. Por lo tanto el gobierno que se instauró fue producto del 5 de junio, de una amplia alianza democrática en base a la Hoja de Ruta, que ciertamente posibilitó la derrota del fujimorismo, pero en la práctica abrió las puertas para la instauración de un gobierno de concertación con algunas fuerzas que habían perdido las elecciones.

El gobierno instaurado el 28 de julio es un gobierno progresista, diseñado por la Hoja de Ruta. A nivel internacional mantiene una actitud positiva, de avance, hacia los procesos integracionistas como UNASUR y de solidaridad con la lucha de los pueblos de Cuba y Palestina; de declaraciones en contra de las transnacionales, como las realizadas en Asunción; y también porque a diferencia del gobierno aprista y de los que le antecedieron, mantiene una política de dialogo y apertura con las organizaciones populares y de izquierda.

En estos 100 días el gobierno de Ollanta Humala ha tenido algunos gestos, ha realizado algunas medidas en favor del pueblo, aunque no en los niveles o proporción ofrecidos durante la campaña, incluida la segunda vuelta, como son el aumento de salarios, Pensión 65, el gravamen a la minería,  que no fue de 3,000 millones como se había proclamado, la Ley de la Consulta Previa, entre otros. Esta última representa un paso adelante, pero no resuelve los problemas de fondo porque no reconoce de manera plena la capacidad de decisión de los pueblos.

Todas estas medidas se desarrollan en los marcos de su política general de impulsar el "crecimiento con inclusión social", que en esencia significa realizar algunas reformas o cambios pero manteniendo los fundamentos de la política neoliberal y preservando la actual Constitución Política del país. El presidente Ollanta, en la entrevista periodística del día domingo 6 de noviembre, ha declarado de manera explícita que mantendrá esta política y cumplirá con los compromisos adquiridos en la Hoja de Ruta. Refiriéndose a la inversión minera, ha señalado que respetará los contratos de las empresas mineras y que está dispuesto a dialogar para superar los "malos entendidos".

Todo indica que se pretende mantener el patrón de desarrollo primario exportador,  respetar de manera invariable los contratos y las concesiones a las grandes transnacionales, y no realizar una profunda e integral reforma tributaria.  Tampoco hasta el momento no existe voluntad política para impulsar una profunda reforma laboral que conduzca a la restitución plena de los derechos laborales, recuperar el papel tuitivo del Ministerio de Trabajo, dotándole de mayores facultades para resolver los conflictos; en el parlamento se pretende apresurar la aprobación del proyecto de Ley General del Trabajo a todas luces contrario a los trabajadores. Asimismo, gracias a la presión de los fujimoristas, apristas, del conjunto de la derecha, y a las vacilaciones de los nacionalistas, en el Congreso no ha pasado el proyecto de declarar la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción; y a su vez se ha evidenciado serios problemas para impulsar la investigación al gobierno de Alan García Pérez, expresada en las marchas y contramarchas en la elección del Presidente de la mega comisión creada para dicho propósito, bloqueando en la práctica al congresista izquierdista Javier Diez Canseco, de gran experiencia en estos temas de investigación parlamentaria. Al mismo tiempo, hasta ahora no hay evidencias y señales de una política educativa y cultural progresistas.

Los representantes de los empresarios y de casi toda la derecha saludan la política económica del gobierno, y también  "conmovedoramente" se pronuncian a favor de la "inclusión social". Sin embargo, consideran que no es suficiente lo logrado a favor de sus intereses. Aprovechando los flancos débiles del nacionalismo, las debilidades de la Izquierda, los problemas que aún tiene el movimiento popular, hoy desarrollan una intensa campaña mediática con la finalidad de conseguir una victoria ideológica y política completa con el claro objetivo de preservar intactos los intereses de los grandes capitalistas nacionales y extranjeros.

La conducta personal y política de algunos líderes y parlamentarios del nacionalismo está proporcionando a la extrema derecha la posibilidad de recuperarse. En estos últimos días las aventuras inimaginables,  -para la inmensa mayoría de hombres y mujeres que apoyaron a Ollanta Humala-, de Omar Chehade, figura emblemática de la lucha contra la corrupción, ha posibilitado que  los neoliberales de todo tipo, intelectuales y políticos, apristas y fujimoristas, los profesionales de la corrupción, se conviertan en los "abanderados" de la lucha contra la corrupción y en los defensores de los valores de la democracia, actuando con el mismo cinismo que mostraron durante la campaña electoral.. 

Las demoras y vacilaciones para resolver este problema en las altas esferas del poder, esta "piedra en el zapato", no hacen otra cosa que agravar los problemas del gobierno. A Chehade como a todo ciudadano se le debe investigar respetando el debido proceso en todas las instancias que correspondan. Pero la cuestión está clara: nunca debió reunirse con los generales para intentar coordinar un posible desalojo de los trabajadores de Andahuasi y beneficiar al grupo económico de los Wong. ¿Y si el operativo se hubiese concretado?  El costo político podía haber sido devastador para el gobierno.

SE ACTIVA LA MOVILIZACION DE LAS MASAS  POR EL RUMBO DE LOS CAMBIOS EN EL PAIS

Las tensiones hoy en día no sólo se desarrollan en las "alturas". También los de "abajo" han comenzado a movilizarse con su propia agenda. En varios lugares del país, precisamente en aquellos sitios en los cuales las expectativas por el candidato Humala fueron extendidas y grandes. 

La antesala de este escenario fue la gran movilización popular de mas de 30 mil personas, realizada en Lima el día 12 de octubre, convocada por la CGTP, la CPS, el bloque de la UI y otras organizaciones de izquierda; jornada que fue de respaldo a las acciones de cambio, a los anuncios progresistas del gobierno, pero al mismo tiempo se llevó a cabo para recordarle al gobierno que cumpla con los compromisos contraídos con el pueblo. El sentido histórico de esta marcha estuvo muy bien expresada en aquella consigna que se repitió en todo momento: "Ollanta Humala cumple tus promesas".  Ese mismo día también se realizaron movilizaciones en varias ciudades del país.

Ahora las movilizaciones de masas se desarrollan en aquellas zonas (mineras) en las cuales los problemas ocasionados por la industria primario extractiva son graves. En Ancash, en los distritos de Huari y Bolognesi, se ha realizado un paro de 48 horas acompañado de movilizaciones. En Abancay se cumple un paro de más de una semana,  que tiene como centro principal las protestas en Andahuaylas. En esta última ciudad, el día 10, se ha producido un desborde popular que ha sido dominado por la violencia, sin llegar a un acuerdo. Mientras en Cajamarca se efectuó un paro y movilización pacífica en contra del nuevo proyecto minero del grupo Yanacocha, que afecta directamente al distrito de Sorochuco en Celendín y a toda la región porque amenaza a las últimas reservas naturales de agua con que cuenta el departamento. 

Los pueblos en todas estas zonas recuerdan muy bien las promesas de la campaña, como aquellas palabras dichas por Ollanta Humala el 2 de mayo en Bambamarca: "ustedes no toman oro, no comen oro… nosotros tomamos agua, nuestras criaturas toman agua y de ahí sale la leche, salen los quesos, sale la riqueza. La riqueza necesita el agua. Por lo tanto yo me comprometo a respetar la voluntad de Bambamarca y Hualgayoc  con respecto a la minería. Se debe respetar las actividades de la agricultura, la ganadería, el agua para todos los peruanos…" (La Primera, en su edición del día 10 de noviembre).

Es evidente que las masas populares no sólo recuerdan lo prometido, tienen muy presente la realidad que viven todos los días. Mediante sus acciones están mostrando el rechazo a la soberbia de los empresarios, que por ejemplo proclaman su consigna del momento: "Conga Va". Sin duda, ha ninguno de estos pueblos tampoco les ha alegrado las declaraciones de Humala del domingo 6. Por la magnitud de las protestas, la decepción y la indignación ha comenzado a desarrollarse en estas zonas mineras.  Los pueblos del interior tenían la ilusión que el gobierno de Humala cambiaría la actual política económica sostenida en el desarrollo de la gran minería, que no les ha proporcionado realmente progreso. El diario La República nos recuerda que en Apurímac la pobreza alcanza la cifra de 69.5%, en Ancash es de 42.6%, en Cajamarca es de 64,4%. En estas zonas, en todos los lugares en los cuales Humala ganó con más del 50%, la demanda de los pueblos es la misma: ¡Cambio de la política económica del estado, no al neoliberalismo!

La movilización de las masas ha sido precipitada por la soberbia de la extrema derecha y la gran burguesía, y por todas las debilidades históricas que está mostrando el gobierno de Ollanta Humala. Los pueblos han empezado a movilizarse para demostrar a los empresarios que no están dispuestos a ser convertidos totalmente en parias, y  para recordarle al gobierno de Humala que le dieron su apoyo para iniciar la "gran transformación social".

La realidad peruana nos señala de manera clara que la política de "crecimiento con inclusión" tiene una gran limitación histórica. Por más buena voluntad que exista en las altas esferas del gobierno, en el seno de los nacionalistas y sus diversos aliados, la dinámica contradictoria de la economía, de la lucha de clases, relativiza por completo esa política.

Los grupos de poder, de la gran burguesía y las transnacionales, no quieren ceder e implementar cambios significativos a la política neoliberal del Estado. Enajenados por sus actuales negocios no ven otro futuro que no sea aquel basado en la gran minería. Desde esa posición presionan al Gobierno para que éste utilice todas las fuerzas materiales a su disposición, vale decir las fuerzas militares y policiales, y ellos naturalmente seguirán haciéndose cargo de las campañas mediáticas. Por su parte los campesinos tampoco están dispuestos a ceder en sus demandas. Por una sencilla razón: los proyectos mineros denunciados afectan el medio ambiente, en particular el agua. Los campesinos y los productores del campo sienten y creen que su actual sistema de vida basado en la agricultura y la ganadería serían destruidos.

LA NECESIDAD HISTORICA DE CAMBIAR LA POLITICA NEOLIBERAL DEL ESTADO

Esta tendencia hacia una nueva polarización social y política se desarrolla en el contexto internacional de una nueva agudización de la crisis económica iniciada el año 2008, ante la debacle que amenaza a Europa por la bancarrota indetenible de sus Estados. Ya no solo se trata de los pequeños países como Irlanda, Portugal, o Grecia, ahora corre la misma suerte Italia, cuarta potencia de Europa, sexta del mundo; además España continúa en una situación crítica. Por lo tanto existe la posibilidad que Europa ocasione un desastre financiero más grande que la crisis provocada por el Lehman Brothers, sus efectos serían mundiales. Y es muy probable que en esta oportunidad China y América Latina sean más afectadas que el año 2009.  

El conjunto de esta situación internacional y nacional nos plantea definiciones políticas claras.

La política de la UI frente al gobierno ha sido clara, apoya todo lo que es favorable al pueblo y a la Patria, y crítica todo lo negativo. Como parte de un compromiso político hemos apoyado las medidas del Gobierno muy a pesar que no tienen la dimensión señalada en los ofrecimientos electorales, incluso de la segunda vuelta. Valoramos debidamente las medidas y los gestos en su política exterior, en conjunto las consideramos pasos adelante, acciones progresistas que están en contra de las fuerzas más retrogradas y antipatriotas de la sociedad peruana, de las fuerzas más reaccionarias del continente y del mundo.

Sin embargo, hemos señalado claramente que esa política de "crecimiento con inclusión social" basada en la política neoliberal, en una economía primario exportadora, no tiene posibilidades de éxito a mediano y largo plazo.

La historia y la vida diaria imponen la necesidad de cambiar la política neoliberal del Estado por una nueva que le posibilite dirigir la economía por el rumbo de la integración plena en UNASUR y en otros espacios similares en América Latina. Este sería el primer paso para enfrentar la crisis económica internacional que se avecina y al mismo tiempo posibilitaría el desarrollo económico del Perú, con un plan orientado a transformar nuestra realidad de simple exportador de materias primas a un país basado en una industria superior, que se desarrolle respetando la armonía de la naturaleza con la economía, de la industria y la agricultura. El crecimiento basado en un desarrollo ilimitado e irracional de la minería es inviable desde todo punto de vista.

Así mismo, la experiencia práctica de estos primeros 100 días del gobierno de Ollanta Humala, nos indica que el Perú necesita seguir un camino democrático basado en instituciones sólidas. El primer y más grave error cometido por el Partido Nacionalista, ha sido intentar desactivar la Confluencia Gana Perú, no practicar una efectiva política de frente único, no posibilitar un desarrolló más activo y público del mismo partido gobernante.

Las conductas inaceptables de algunos líderes y parlamentarios impresentables e indefendibles no son otra cosa que manifestaciones de la extrema precariedad democrática de como se organizaron las fuerzas progresistas durante la campaña, y también de la forma como se relacionan hoy el conjunto de las fuerzas populares, democráticas y patrióticas, las fuerzas que vencieron las jornadas electorales del 10 de abril y el 5 de junio. Esta situación también se manifiesta  en la composición, en las limitaciones que se están mostrando en varios Ministerios. 

Se impone el cambio de la política neoliberal. Se requiere una política de frente único basado en el mutuo respeto. Si Ollanta Humala y el Partido Nacionalista en verdad siguen interesados en cumplir sus promesas de años, de luchar por la "gran transformación social", necesitan impulsar un gran frente con todas las fuerzas democráticas y patrióticas, solo de esta manera, y con la movilización de las masas podrá derrotarse la resistencia y la soberbia de los grupos de poder que no quieren ceder en los fundamentos de su política económica; estos poderosos grupos, si hoy aceptan las políticas de "inclusión social" es porque en estas nuevas condiciones es la forma de garantizar la defensa de sus intereses.  

La Unidad de Izquierda plantea el dialogo como el camino para resolver los grandes problemas sociales y políticos del país. Rechazamos la violencia, tanto la que alientan los grandes empresarios o cualquier grupo aventurero que no comprende que la inmensa mayoría del Perú desea resolver sus problemas por la vía pacífica. Con ese espíritu planteamos la necesidad de retomar el debate para cambiar la actual Constitución Política del país que fue impuesta por el fujimorismo y que las élites dominantes pretenden perpetuar.  

Luchamos por el mantenimiento de la democracia, por la participación del pueblo en las posibilidades de cambio. En estos marcos, planteamos la urgente necesidad de abordar el reordenamiento territorial que posibilite frenar el desarrollo ilimitado e irracional de la minería, que proteja el medio ambiente, los intereses de los campesinos y las comunidades nativas.

Por otra parte, no es suficiente el aumento salarial prometido, es necesario que este se incremente de acuerdo al valor de la canasta familiar y que se restablezcan plenamente los derechos laborales. La Consulta Previa no debe limitarse a una declaración formal de la misma, sino debe partir del reconocimiento pleno del derecho de los pueblos y posibilitar que su voluntad sea respetada. Las demandas de progreso material y espiritual de la población, de alimentación, salud, educación, tan propagandizadas durante la campaña deben ser atendidas. La reforma educativa tan pregonada debe ser impulsada de manera efectiva con la participación activa del pueblo, en particular de la intelectualidad y la juventud.

LA LUCHA POR CONSTRUIR LA UNIDAD DE IZQUIERDA Y LA UNIDAD DE TODO EL PUEBLO

La realidad internacional y nacional nos indica de manera muy clara que la Unidad de Izquierda deberá dar pasos más firmes para constituirse en el frente político de los partidos, movimientos, núcleos, colectividades e individualidades que desean retomar la lucha por el socialismo. Por los graves problemas ocurridos en el país desde los años 90, la izquierda socialista en el Perú se debilitó seriamente; ahora, luego de una larga lucha de hombres y mujeres de diversas tendencias que no renunciaron a sus ideales socialistas,  existe la posibilidad que se recupere, con la activa participación de las nuevas generaciones.  Hoy en el mundo, se movilizan miles, millones, contra la voracidad de los capitalistas, de los banqueros, de las transnacionales,  en Chile, en otros países de América Latina, en Europa, en otros continentes, y en el mismo centro del capitalismo, EEUU.

La Unidad de Izquierda es plenamente consciente que el proceso de unificación de las fuerzas populares y progresistas está en construcción, y además abarca una dimensión mucho más amplia. En ese sentido, plantea como una necesidad seguir trabajando por impulsar la más amplia unidad popular y patriótica de todos los pueblos del Perú, de los trabajadores, las organizaciones de izquierda y progresistas, tomando como punto de partida el fortalecimiento y desarrollo de la Coordinadora Política Social, de los diferentes niveles de unidad que han alcanzado las organizaciones de izquierda y progresistas. Las exigencias de la lucha en el país nos plantean impulsar esta unidad con la mayor conciencia, firmeza, paciencia y responsabilidad. Como nos muestra la experiencia de otros procesos de cambio triunfantes, sólo un pueblo unido y movilizado jamás será vencido.

Lima, 11 de noviembre de 2011.

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