[Opinión GMG] BREVE REFLEXIÓN SOBRE DEBATE DE NUEVA LEY UNIVERSITARIA.

BREVE REFLEXIÓN SOBRE DEBATE DE NUEVA LEY UNIVERSITARIA
Elaborado por: Gustavo Minaya, Secretario General del SUTUPCH

En el Perú, el acceso de los jóvenes a los centros universitarios debe ser universal, con servicios educativos de calidad y el apoyo del estado en temas de presupuesto, para garantizar que jóvenes de escasos o nulos recursos económicos tengan la oportunidad de valorarse mejor como capital humano en nuestro país. En la actualidad confrontamos con una realidad totalmente distinta, porque estamos en el camino del mercantilismo y el lucro en la educación, afectando incluso el derecho humano a la educación que es el deber del Estado resguardar.

Estamos de acuerdo en la defensa de la autonomía universitaria por un tema de Principios, para ejercer el autogobierno y administración con la finalidad de resguardar el conocimiento y garantizar los procesos de investigación, así como el respeto de las ideas y de los principios democráticos que se deben ejercer como paradigma.

Lamentablemente, desde la década de los 90 los representantes de las mismas universidades peruanas, y sobre todo privadas en su gran mayoría, no han hecho uso correcto de esta autonomía, en algunos casos lucrando codiciosamente a costas de estos centros del saber, bajo la concepción de universidad-empresa que ha llevado a nuestra educación superior a niveles ínfimos de calidad a nivel internacional.

De otro lado, quiénes mejor que los trabajadores universitarios no docentes para dar fe de esta política de marginación y ser víctimas de una representación burocrática elitista que gobiernan las universidades, razón por la cual no se permite nuestra participación en los órganos de gobierno como son la Asamblea Universitaria, el Consejo Universitario y los Consejos de Facultad de las universidades privadas a nivel nacional.

La propia elección de las autoridades debe ser amplia, democrática y participativa, no tengamos temor del voto universal, en donde estudiantes, docentes, trabajadores y egresados tengamos oportunidad de participar de este importante acontecimiento democrático.

Esperemos que este debate de una nueva Ley Universitaria nos lleve a una profunda reflexión para reorientar el apoyo hacia la investigación en nuestro país, desterrar las cúpulas mezquinas, reforzar la democracia en el gobierno y administración de los centros universitarios, y a eliminar del espectro a aquellas universidades que son una estafa para los jóvenes de nuestro país, por su perspectiva de lucro en detrimento de la universalidad del conocimiento.