viernes, 17 de agosto de 2012

Artículo de ProJusticia sobre Panamericana Televisión

---------- Mensaje reenviado ----------
De: Fernando O'Phelan <fernandoophelan@yahoo.com.mx>
Fecha: 17 de agosto de 2012 14:52
Asunto: Artículo de ProJusticia sobre Panamericana Televisión

Por medio de la presente les hacemos llegar el Artículo preparado por el Equipo de Projusticia en donde les damos a conocer nuestro punto de vista sobre la nueva crisis que viene atravesando panamericana televisión quienes en tiempos pasados fueron el mejor canal de la televisión peruana

 

Atentamente

FERNANDO O´PHELAN PEREZ
PRO JUSTICIA

 

PANAMERICANA: MEJOR CAMBIO DE CANAL

 

Equipo Projusticia

 

Al igual que ocurría en la casa Matusita, hoy un fantasma recorre los pasillos del canal con mayor tradición en la televisión peruana, poniendo los pelos de punta a los pocos trabajadores que aún permanecen en sus puestos.

 

Y es que hoy, el recuerdo de Genaro Delgado Parker y de su administración parece apoderarse nuevamente de la esquina de la televisión, ya que los trabajadores vuelven a escuchar incesantemente rumores de inestabilidad laboral, falta de pago, despidos masivos y contratos con penalidades abusivas, algo que ya parece impensable en un país que quiere formar parte del Primer Mundo. Lamentablemente, la historia de Panamericana parece estar teñida de estos problemas, aún en aquel período dorado donde fue este canal el líder indiscutible de la señal abierta.

 

El 16 de octubre de 1959, Panamericana inició sus transmisiones de la mano de los hermanos Genaro y Héctor Delgado Parker, quienes lograron armar el canal con el apoyo de la empresa Philips, la familia Lindley y la cadena estadounidense CBS. Cabe recordar que para entonces, en Lima apenas existía medio millar de aparatos de televisión, si bien para abril de 1960 ya se registraban 55,000 aparatos.

 

El 16 de octubre de 1965, Panamericana Televisión cambia de frecuencia, inaugurando un nuevo transmisor más potente y su respectiva antena convirtiéndose en OAY-4A Canal 5 en Lima. Para este relanzamiento se organizó una gala especial con la asistencia de Diane McBain, Gene Tierne, Bárbara Bouchet, Casey Rogers, Raúl Astor, y Silvia Pinal entre otros. Poco después, Panamericana forma una cadena nacional de 5 afiliadas y 60 repetidoras de televisión en el interior del país, convirtiéndose en la señal de mayor alcance a nivel nacional.

 

Desde el inicio, Panamericana buscó posicionarse como el canal líder de la televisión peruana, mediante producciones locales como el noticiero "El Panamericano" -en el que destacaron Humberto Martínez Morosini, Ernesto García Calderón y Pepe Ludmir, entre otros-y la realización de telenovelas que alcanzaron un gran éxito en el mercado latinoamericano, como "Simplemente María" con Saby Kamalich, Elvira Travesí y Ricardo Blume; "Natacha" con Ofelia Lazo, "Me llaman Gorrión" con Oswaldo Cattone y Regina Alcóver, "El adorable profesor Aldao" y muchas otras.

 

En 1966 nace "Trampolín a la Fama" con Augusto Ferrando, programa que se convertirá en el referente del entretenimiento por más de 20 años y que catapultó a muchas de las estrellas que hoy brillan en nuestro medio. Posteriormente, "El Tornillo" se convertirá también en un exitoso programa cómico, encabezado por el Loco Ureta y por muchas de las más recordadas estrellas de nuestra televisión, como Moncheri, Carlos Onetto "Pantuflas" y muchos más.

 

En 1971, este éxito sufrirá su primera debacle con la expropiación de los canales de televisión ordenada por el Gobierno Militar de Velasco Alvarado, el cual asume la propiedad del 51% de las acciones de todas las empresas. Para entonces Genaro Delgado Parker decide salir del país con buena parte de su patrimonio y dejando muchas deudas impagas, en un autoexilio que durará 8 años, desde diciembre de 1971 hasta abril de 1979, cuando decide volver al iniciarse el proceso de retorno a la democracia. Durante esos años, la estación fue manejada por la OCI (un ente del Gobierno Militar) y luego por Telecentro (también controlado por el gobierno).

 

Cabe señalar que en este período (1973) será lanzado el noticiero 24 Horas, que en poco tiempo se convirtió en el informativo más visto del país. Asimismo, a principios de 1978 el canal inició sus primeras transmisiones experimentales en colores, las cuales alcanzarían su mayor intensidad con la emisión de los partidos de la Copa Mundial de Fútbol de 1978 totalmente en color con el sistema NTSC. En 1979 el área de prensa del canal también adoptó el color y las viejas filmadoras de 16mm en blanco y negro fueron sustituidas por modernas cámaras de video JVC.

 

En 1980, el presidente Belaúnde devuelve el canal a los hermanos Delgado Parker. Será en este período que Genaro consigue un aval del Estado que le permite comprar equipos de última generación, pero que también implicó una creciente deuda empresarial. En marzo de ese año se lanzó el programa "Risas y Salsa", que se convirtió en el primer programa cómico de la televisión por más de 10 años. A partir de mayo, Panamericana decide transmitir en su totalidad en colores e interconectar todas sus emisoras por microondas con lo que logró una sola programación en todo el país.

 

En 1981, Panamericana fue el primer canal peruano en iniciar su programación al amanecer con "Buenos Días Perú". En 1983 se reanudó el funcionamiento de su área dramática, produciendo grandes programas como la exitosa telenovela "Carmín", con Patricia Pereyra y Roberto Moll. En 1987, gracias a la cobertura del gobierno aprista, Genaro Delgado Parker consigue fondos para cambiar su interconexión de microondas y conecta por primera vez sus transmisiones vía satélite. Esta será la época de la "Reina del Mediodía", Gisella Valcárcel, quien deja Risas y Salsa para conducir un exitoso programa que durará hasta 1992.

 

Este período fue el inicio de una segunda edad de oro del canal, destacando sobre todo el programa infantil "Nubeluz",que se convertirá no solo en un éxito nacional sino también internacional, y cuyo formato influenciará fuertemente en otros programas del mismo rubro en América Latina. Para entonces, el área de producción retomará algunos de sus grandes éxitos para relanzarlos, como las telenovelas "Natacha", "Nino" y "Yo me llamo Gorrión", agregando nuevas producciones como "Procura Amarme Más" y"Gabriela". Sin embargo, la familia Delgado Parker sufrirá una gran pérdida con la muerte de Héctor en 1997, como consecuencia de los meses que estuvo secuestrado en manos del MRTA.

 

En 1997, Manuel Delgado Parker empezó a promover la venta de sus acciones en las empresas del canal, la mayor parte de las cuales fue adquirida por el empresario Ernesto Schutz Landázuri, consuegro de aquél. Gracias a ello, en 1997 Schutz asumirá la conducción del canal, dejando de lado a los Delgado Parker. Durante esta etapa, Ernesto Schütz invirtió una gran cantidad de dinero en la empresa, conservando el número uno en sintonía después de 5 años de haber estado en segundo y tercer lugar. Además, se reactivó la producción nacional.

 

Entre el año 2000 y el 2003, Panamericana era la televisora líder en sintonía y primera en el "market-share" gracias a sus alianzas con TV Globo de Brasil o Caracol de Colombia, además de mantener un fuerte nivel de producción nacional como "1000 Oficios", "24 Minutos" y otros similares. Sin embargo, también se hizo evidente la vinculación del canal con el gobierno fujimorista, al optar por programas sensacionalistas que sirvieran de "cortina de humo" para dicho régimen, lo que llevó a una menor calidad en su producción; por ejemplo, "Risas y Salsa" fue cambiado por "Los Cómicos Ambulantes", además de tener como programa estrella el de Laura Bozzo.

 

En el año 2001, como parte de los cientos de vladivideos que fueron exhibidos en el Congreso de la República fue presentado un video donde se muestra a Ernesto Schütz Landázuri recibiendo dinero de Montesinos para apoyar la reelección de Alberto Fujimori, luego que el propio Schütz había negado públicamente su relación con Montesinos para manejar la línea informativa de Panamericana. Ello produjo la fuga del empresario hacia Argentina y luego hacia Suiza, donde aún permanece por tener dicha nacionalidad. Sin embargo, ello será aprovechado por Genaro Delgado Parker para solicitar la administración judicial de la empresa, obteniendo una medida cautelar que lo nombraba como tal y tomando el control del canal el 24 de febrero del 2003.

 

Ello solo dará inicio a una pugna empresarial que llevará a Panamericana a la peor crisis de su historia. El 11 de julio de dicho año, los representantes de la administración Schütz consiguieron que un juez les otorgue una acción de amparo, gracias a la cual tomaron el edificio principal de la estación. Una semana, el gobierno le retiró la licencia a Panamericana Televisión por una semana, dejando de transmitir por primera vez en su historia por 8 días. Panamericana entonces quedó dividida en dos: la administración de Delgado Parker continuó transmitiendo desde el edificio de prensa para Lima y alrededores, mientras que la administración Schütz transmitía desde el edificio principal para las retransmisoras del interior del país. Finalmente, después de once meses, la Suprema le dio la razón a Delgado Parker, por lo que la administración Schütz se vio obligada a salir del edificio principal.

 

El 28 de octubre de 2004, Panamericana fue relanzada con una remodelada sede, nuevos equipos y nuevo logotipo. Sin embargo, los problemas generados por la pugna entre los Delgado Parker y los Schutz llevaron a que tanto los televidentes como los auspiciadores perdieran interés en el canal, lo que se tradujo en una pérdida de rating de sus principales programas. Así, programas como "Qué País" con Beto Ortiz, "¿La Hora de la Verdad?", "Gente D'mente", "Galaktia Zon", "Íntimas", "Ocurrió Aquí" o "Astros de la Risa". Además, varias producciones anunciadas nunca llegaron a concretarse debido a la falta de presupuesto, mientras que parte de su horario de programación fue vendida a infocomerciales. Incluso su intento de recuperar sintonía mediante novelas coreanas no llegó a tener el éxito esperado.

 

El 18 de diciembre del 2008, se aprobó una resolución que declaraba infundada la administración judicial de Genaro Delgado Parker, devolviendo la administración a Ernesto Schutz Freundt; sin embargo, dicha diligencia judicial quedó en suspenso, ya que el Juez Civil de Lima devolvió el expediente a la jueza del 2° Juzgado Civil del Cono Norte de Lima Ana Lucía Campos para que aclare si esta medida se encontraba dentro del ámbito civil o comercial y asimismo que informe si es que la medida cautelar del 2003 que favorecía a Delgado Parker se mantiene vigente, importante materia de la cual no aparecía nada en el exhorto remitido. Paralelamente, en enero del enero de 2008, funcionarios de Ministerio de Trabajo procedieron a un embargo preventivo al Canal 5 debido al no cumplimiento del pago por infracciones laborales por un monto ascendente a 490 mil nuevos soles, todo ello en medio de las protestas de los trabajadores de la televisora.

 

En abril de 2009, la SUNAT procedió a rematar algunos de los bienes y marcas registradas de Panamericana, sin embargo el remate se frustró al no presentarse postores interesados. En mayo del mismo año, la Corte Suprema declaró infundado un recurso de casación que presentó Delgado Parker con el fin de quedarse como administrador judicial, si bien el 29 de mayo el juez Jorge Pajuelo levantó la medida cautelar que Delgado Parker había obtenido en el Callao, dejando su administración en el aire. Por ello, y ante su inminente salida del canal, Delgado Parker sorpresivamente anunció que decidió aceptar una solicitud de la SUNAT efectuada al INDECOPI en enero del 2009, mediante la cual declaraba en insolvencia económica a Panamericana Televisión y obligando así a que la empresa pase a ser administrada por sus acreedores, todo con la intención de que la familia Schutz no retome la gestión de la empresa.

 

El 1 de junio de ese año, la SUNAT designó a Alberto Cabello como nuevo administrador de Panamericana Televisión por seis meses, a fin de evaluar el estado financiero y legal de la empresa que afronta una deuda ascendente a 117 millones de nuevos soles. Sin embargo, debido a los diversos cuestionamientos que se dieron a su nombramiento, Cabello renunció a este encargo el 3 de junio, obligando a la SUNAT a anunciar que se retiraba de esta "administración tributaria" y derivaba nuevamente todo al INDECOPI. Frente a ello, el mismo 3 de junio los trabajadores de Panamericana Televisión se reunieron en una asamblea interna, anunciando en un comunicado que tomaban el control del canal y continuarían la programación habitual.

 

El 8 de junio, el Poder Judicial finalmente procedió a entregar la administración de Panamericana Televisión a Ernesto Schütz Freundt, quien procedió a retomar la dirección del canal en compañía de los directivos Federico Anchorena y Pedro Arbulú, quienes de esta manera recuperaban sus cargos.

 

Una vez en el mando, Schütz anunció que serían tomadas tres medidas para reflotar el canal: primero, se pondría orden en la empresa; segundo, se respetaría los derechos laborales de los trabajadores; y tercero, se trabajaría para "calentar" la señal, dado que todos los problemas habían dejado una antena fría, prácticamente congelada, lo que había motivado la huída virtual de todos o la mayor parte de sus anunciantes. Para ello, Schütz pidió el respaldo de los trabajadores, quienes depositaron su confianza en la nueva administración.

 

En este marco, una de las primeras medidas adoptadas por el nuevo gerente general, Federico Anchorena, fue captar a importantes figuras de la televisión para relanzar nuevos programas periodísticos. Los primeros captados fueron Rosana Cueva, Beto Ortiz y Aldo Miyashiro. La primera fue puesta a cargo de la conducción de los noticieros "Buenos Días Perú" y "Panorama"; mientras que la dupla Ortiz-Miyashiro (quienes habían salido mal parados de Frecuencia Latina) retomaron en esta señal su programa Enemigos Públicos. Posteriormente se sumó a ellos Augusto Thorndike, quien dejó América Televisión para convertirse en el nuevo productor general de noticias.

 

Por otro lado, la administración Schütz inició de manera voluntaria un proceso de insolvencia ante INDECOPI para, mediante un concurso preventivo, poder negociar con el conjunto de sus acreedores un esquema de pago para cubrir la deuda generada durante las anteriores administraciones. Ello les permitió contar con un respiro con el que se esperaba poder ir saliendo de la debacle e ir ordenando la casa, de acuerdo a lo prometido. Sin embargo, un monstruo echó finalmente por tierra toda esta labor: el monstruo del rating.

 

A pesar de que a fines del 2009 Panamericana inauguró un nuevo transmisor en el Morro Solar, y se pudo realizar el cambio de la señal analógica a la digital para inicios del 2012, esta inversión no estuvo acompañada del complemento esperado, como era "calentar" la antena del canal mediante programas que superaran los 10 puntos de rating. Ni siquiera el programa estrella de épocas anteriores, como el de Laura Bozzo, lograron este cometido, fundamental si se esperaba poder salir del atolladero y lograr un crecimiento institucional.

 

Por ejemplo, el noticiero "24 Horas" se mantuvo en un promedio de 5 puntos, alcanzando apenas los 6 puntos en sus mejores momentos. Por su parte, la edición del mediodía no superaba los 2 puntos, mientras que "Buenos Días Perú" no pudo ir más allá de su barrera de 3 puntos. Respecto a Panorama, tuvo solo una media de 6 puntos a pesar de ser considerada la producción más cara de la televisión nacional. Otras apuestas televisivas del canal tampoco tuvieron el resultado esperado o no llegaron a cuajar, lo que llevó a un proceso de desesperación en sus directivos que se empezó a hacer evidente a mediados de este año.

 

Este cambio de actitud comenzó con cambios sustanciales en las diferentes áreas periodísticas: luego de seis meses de funcionamiento, la Unidad de Investigación Periodística es cerrada y la gerencia decide trabajar con personal de apoyo al centro de noticias. Posteriormente, el canal contrata a Renato Canales como Gerente de Informaciones, desplazando a Augusto Thorndike de la dirección del noticiero 24 Horas, mientras que la periodista y productora Rosa Vallejos es igualmente desplazada para ser invitada finalmente a retirarse. Otros programas, como"Buenos Días Perú", cambian de conductores como quien cambia de camiseta, mientras que "El Dominical", empieza a mostrar una debacle ante la falta de una producción seria y de calidad.

 

Sin embargo, ello solo sería el inicio de medidas más drásticas; así, solo en este mes, la administración Schütz decidió rescindir los contratos de tres equipos periodísticos, sacando del canal a 31 trabajadores y dejando prácticamente en el aire a sus programa de noticias. Hoy, la nueva producción de 24 Horas y Buenos Días Perú apenas trabaja con el personal auxiliar para poder sacar adelante sus ediciones, frente a otros canales que muestran una mayor inversión tanto en producción como en la construcción de confianza hacia los usuarios.

 

En resumen, hoy Panamericana se encuentra atravesando un proceso de "reingeniería" que solo esconde una extrema austeridad y que sigue apoyándose en el punto más débil de todos, como son los derechos de sus trabajadores. A pesar de sus esfuerzos, la administración Schutz no pudo hacer frente al principal desafío que tiene toda señal abierta, como es el de obtener un buen rating y con ello el interés de los auspiciadores. Hoy, esa falta de visión está siendo pagada por los trabajadores despedidos, quienes también han visto que su apuesta por la actual gestión solo los ha dejado en la calle.

 

Frente a ello, los televidentes solo podemos hacernos algunas preguntas: ¿cuánto tiempo durará esto? ¿Cómo podemos hacer que un canal con tanta tradición como Panamericana pueda salir de esta nueva crisis? Es claro que la era Delgado Parker no puede volver, pero la era Schutz tampoco ha logrado alcanzar sus metas. Habría que preguntarse, además, si lo que está ocurriendo con Panamericana no es sino un signo de los tiempos, donde el predominio de la televisión por cable y las redes sociales están conduciendo a una crisis de la señal abierta. Mientras tanto, la esquina de la televisión espera el retorno de una nueva era dorada, en un mundo que hoy es más complejo y duro a diferencia del que disfrutábamos con la sencillez del Tío Johnny o la ternura de Topo Gigio.

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